Marietta
Mi nombre es María, pero muchos me llaman Marietta.
Respiro desde el año 1990, y desde entonces me chupo el dedo.
Nací en Madrid en el mes de julio, y como buena cáncer, si algo me conecta a la vida es caminar descalza cerca del mar.
Me defino como una persona alegre, sensible, creativa, valiente y muy entusiasta, además de caprichosa e impaciente.
Adoro pasar tiempo con las personas que quiero, pero al mismo tiempo sé disfrutar de la soledad.
Me fascina viajar, conocer nuevas culturas y personas.
Me encanta leer, aprender y escribir es mi gran terapia.
Me gusta divertirme con la vida, y salir de la zona de confort es mi mayor adicción.
Tengo risa contagiosa, o eso dicen, y el motor que me mueve en la vida es el AMOR.
Valoro la honestidad, la lealtad y el compromiso.
Creo en el Universo, el amor, la intuición, los niños y los animales.
Mi mayor reto: aceptar, dejar ir, respirar y equilibrar.
El mantra que más me repito: “soy suficiente”. Y vaya alivio.
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Estudié periodismo, comunicación audiovisual, un máster en Marketing y más tarde un MBA. Durante unos años me dediqué a ello, estaba siempre yendo de un lado a otro muy deprisa, me sentía empujada a conseguir objetivos, a alcanzar constantemente metas, pero no encontraba el sentido a todo eso. Algo dentro de mí me decía que necesitaba algo más.
Decidí dejarlo todo para irme a Kenya, y allí inicié lo que hasta ahora ha sido el viaje más impresionante que he hecho en mi vida: viajar a mis adentros para encontrarme.
Y sí, un viaje muy intenso a la vez que profundo. Toqué fondo. Me codeé muy de cerca con la oscuridad, con las sombras, y los miedos. Me atreví a enfrentarme a mis traumas, a ponerlos sobre la mesa para darles luz.
Escuchaba el silencio hasta que hacía ruido, porque ojo, que el silencio habla, y mucho.
Y allí es donde el yoga entró en mi vida. Yoga como herramienta de autoobservación y autoaprendizaje. Descubrí patrones mentales, fortalezas, debilidades, y me pregunté por primera vez ¿quién soy?, ¿qué es lo que de verdad necesito?
Para encontrar las respuestas: tiempo, paciencia y mucha observación.
En paralelo a mi crecimiento personal, empecé a formarme en aquellas cosas que iban resonando conmigo y que sentía que necesitaba aprender.
Primero como Terapeuta de Reiki en Barcelona, luego me fui a India para profundizar en la disciplina del Yoga. Más tarde, fue viviendo en Bali cuando me formé en Thai Yoga Massage. Y ya fue, en España cuando me formé como Coach de vida y en Baños de sonido.
Esta parte seguiré ampliándola, porque como siempre digo, el conocimiento es infinito y no hay nada mejor que poder compartir lo aprendido.
Con el tiempo me he dado cuenta de que no estaba tan alejada cuando decidí estudiar una carrera relacionada con comunicación porque esa es mi verdadera pasión.
Hoy comunico y comparto las diferentes disciplinas y técnicas que he ido aprendiendo, poniendo en práctica y a mí me han funcionado.